Bésame mucho

«Bésame mucho» fue el primer libro relacionado con la maternidad que cayó en mis manos. Y me alegro de que así fuera porque es un libro sencillo y claro, ideal para introducirse en el mundo de la crianza basada en el respeto y el apego.

Comienza hablando del niño bueno y el niño malo, de cómo se suele caer en el cliché de que los niños «son muy listos» y «se aprovechan» de los mayores sin plantearnos si no será que cuando piden algo es porque lo necesitan.

Otra de las cosas que me gusta de Carlos González es que ejemplifica a partir de semejanzas con otros mamíferos o con comportamientos más primitivos del ser humano que nos ayudan a entender mejor las necesidades de los bebés. O por qué debido a la trayectoria cultural del mundo occidental hemos dejado de prestar atención a lo más natural, que es escuchar y atender a nuestros pequeños.

Es un libro tierno e incluso, a veces, divertido. Me reí mucho con las comparaciones que hace entre bebés y adultos. ¿Cómo nos sentiríamos al ponernos en el lugar de un niño? Muchas veces me hago esa pregunta y me ayuda a empatizar con mi pequeña.

Por ejemplo, en el caso de la llegada de un hermanito, explica que es como si entrase tu pareja una tarde y te soltase que trae otra a otra persona a vivir a casa, y que como es nueva hay que cuidarla y dedicarle mucho tiempo, y que tú tienes que arrimar el hombro porque llegaste primero, que para que no se sienta extraña tendrás que dejarles la cama (y tú marcharte sola a otra habitación) y además, para colmo, que estaría bien que compartieses con ella tus cosas. ¿No nos pondríamos también un poco celosos, igual que nuestros niños?

Imprescindible.