Y, lo que iba a ser un café, se convirtió en un encuentro de más de veinte personas y un tarde estupenda. El primer encuentro #hoyleemos fue todo un éxito.
Todo surgió a raiz del hashtag #hoyleemos que lanzó en su día en Instagram Carmen, de La gallina pintadita, con el que recomendar y compartir opiniones sobre lecturas y cuentos infantiles en un mundo donde, muchas veces, dada la cantidad y la gran variedad que existe, se nos hace difícil elegir.
Y entonces Beatriz Millán, a quién por cierto cada día admiro y adoro como persona más y más, se le ocurrió organizar un encuentro en torno a la literatura infantil, para fomentarla, disfrutarla con nuestros hijos y aprender a sacarle más partido. En pocas semanas, la idea fue cogiendo forma y terminó conviertiéndose en algo realmente especial, con un programa y unos colaboradores de lujo.
Nos reunimos en el Mallorca Market de Madrid, un espacio acogedor y recogido que, en poco tiempo, pasó a convertirse en una bonita sala de cuentacuentos llena de padres y niños, con muchas caras amigas, un pequeño patio reservado para la animación infantil y un precioso showroom.
Los stands no podían ser más apetecibles. La Mar de Letras, La Librairie y Living Baby con maravillosos títulos y publicaciones, las cosas rebonitas de Mon Petit Retro, los detalles de Tipi Too y los irresistibles juguetes de el Lobo Feliz. Imposible decidirse entre tantos tesoros.
Tras una pequeña introducción y las presentaciones de los asistentes para conocernos un poquito más, Cristina de Froggies nos conquistó a todos con su taller para padres «Sintiendo los cuentos», una visión diferente sobre cómo acoger los títulos que nos proponen nuestros hijos y la posibilildad de traspasar el papel y poder imaginar, pintar o sentir las historias desde dentro, integrandólas como algo nuestro. Después, nos presentó su libro de juegos «Chachi comula di bu» que, además, sorteó improvisando un juego.
Mientras, los pequeños merendaban y se entretenían con la animación de Froggies. La verdad es que los pintacaras son una pasada.
Después de una pequeña pausa para picotear y charlar un rato, nos juntamos en esta ocasión niños y mayores para escuchar a Beatriz Aguado y su taller «A ver cómo te lo cuento!».
Con sus marionetas y canciones, consiguió enseguida meternos a todos en el bolsillo. Me encantó su manera de contar, de entonar y de incluir sencillas cancioncillas en los cuentos para captar la atención de los más pequeños. Nos enseñó pequeños trucos y nos explicó cómo podemos adaptar las historias pero siempre respetando las tradiciones y formatos como «Había una vez» o «colorín colorado, este cuento…».
La guinda del pastel fueron los títulos y sorpresas cedidos por Editorial Juventud, Kalandraka, My Little Book Box, Picarona, Lata de Sal y Érase dos veces, las publicaciones de Prepapá, que nos sacaron a todos una sonrisa y nos dejaron muy buen sabor de boca.
Desde luego una tarde genial que espero sea el principio de algo más.
Gracias a súper Clara B Martin por sus (como siempre) preciosas fotografías, a Bea Millán por su esfuerzo e ilusión (y por confiar en mí para crear el logo), a los papás que estuvieron pendientes de la chiquillería mientras algunas estábamos de palique y, en definitiva, a todos los que lo hicísteis posible. Desde luego que así da gusto.
Hasta aquí la crónica del primer encuentro #hoyleemos ¿Habrá pronto una segunda? Qui lo sá, pero espero que sí.
¡Feliz martes!
Coincido en cada una de tus palabras Celia, fue una tarde en la que aprendimos y disfrutamos a partes iguales, en las que muchas nos pusimos voz y cara, y en las que nuestros peques se lo pasaron bomba. Gracias a todos los que hicisteis posible que este encuentro fuera una realidad y no solo una idea. Me encantó poder asistir y ya estoy deseando el segundo encuentro 🙂
Un besazo.
Ooohhh que pena no habernos enterado antes… espero que haya una segunda vez y que podamos ir!!!
Gracias por la crónica
Gran prueba de que la ilusión mueve montañas y de que el trabajo en equipo consigue resultados brillantes.
Estuvo genial, fue divertido, útil y emotivo.
Me encanta veros de vez en cuando, siempre rodeadas de peques jugando por todas partes. Y como bien dices, qué bien que a veces nos acompañan padres y abuelos para correr detrás de algunos 🙂
Un beso
Natalia