A veces me flojean las fuerzas. A veces me resulta muy duro ir todo el tiempo a contracorriente. Y no es que lo haga porque sea «de corazón rebelde» o «por llevar la contraria», sino porque realmente creo en ello.
Últimamente todo el mundo nos recomienda que llevemos a nuestra hija a la guardería. Ya tiene veinte meses y «al parecer» se va a espabilar mucho, estará con otros niños y además aprenderá a hacer muchas cosas nuevas. Pero ¿y si no tenemos necesidad? ¿Y si contamos con la suerte de poder disfrutar de sus primeros años en casa? De todos modos, tengo que reconocer que, al menos en mi caso, todo el mundo nos lo dice con la mejor de las intenciones, lo que pasa es que, cuando te lo repiten tantas veces, puede empezar a irritarte. Y, además, me da rabia porque yo nunca le diría a un papá o a una mamá por qué le ponen chupete a su hijo o por qué lo dejan dormir solo en otra habitación. Sin embargo, cuando no haces lo mismo que el resto, parece que tienen derecho a preguntarte, para que termines haciendo lo mismo que los demás.
Nuestra pequeña está en una fase en la que no quiere compartir sus juguetes y yo la respeto profundamente, pero la mayoría de las veces vivimos situaciones muy incómodas (especialmente yo, la verdad). Sin embargo, no creo que por llevarla a la guardería vaya a cambiar radicalmente. Una cosa es que, a fuerza de obligarla, termine resignándose. Pero eso no quiere decir ni que sea bueno para ella ni que esté preparada. Sé que lo pasaría muy mal y que no se adaptaría rápidamente. Sé que no está en ese momento, que aún necesita seguir a nuestro lado un poco más. Quizás otros niños tengan una personalidad diferente o quizás lleguen a sentirse preparados mucho antes, las personas somos muy diferentes entre nosotros, pero en nuestro caso sería forzar una situación de la cual todavía no ha llegado el momento.
Yo no necesito que ella «se espabile», esa maldita frase hecha que estoy harta de escuchar. No necesito que demuestre que se sabe los colores o que conoce un montón de palabras. No necesito enseñarle a otras mamás las «monerías» que hace mi niña. No necesito demostrar nada, porque la veo cada día y sé cómo evoluciona y lo rápido que aprende, al igual que el resto de niños de su edad.
Pero reconozco que, a veces, mis fuerzas flaquean. A base de repetirnos las cosas una y otra vez, al su padre y a mí nos hacen dudar. ¿Estaremos haciendo bien?
Después hablo con alguna mamá marciana, o me leo algún artículo sobre el apego seguro y se me pasa un poco.
Es duro ir a contracorriente. A veces me planteo si necesitamos movernos en un entorno más parecido a nuestra forma de pensar porque, en ocasiones, no encuentro tantas diferencias pero, otras, me siento tan sola…
En el fondo sé que quienes abren camino son siempre quienes lo tienen más difícil (y no lo digo por dármelas de heroína, ni muchísimo menos, qué más querría yo), sino que me refiero a situaciones donde una pequeña minoría tuvo que luchar por cambiar la forma colectiva de pensar, por hacerse fuertes y seguir creyendo que es posible también cuando les asaltaban las dudas (por ejemplo, los primeros que lucharon en su momento por conseguir el voto femenino y vale, igual se me ha ido un poco la mano con la comparación, pero no sé si sabéis a lo que me refiero).
Así que dedico este post a todas esas madres y padres que creemos en la crianza con apego (o el nombre que queráis darle) y que, a veces, dudamos, que en ocasiones nos sentimos con menos fuerzas para luchar por lo que creemos, siendo una minoría y caminando a contracorreinte, cuando te da por pensar si «todo esto» tiene algún sentido.
¡Feliz miércoles, mis valientes!
Hola Celia, acabo de leer tu entrada y quiero darte mucho animo y que no te vengas abajo con tus decisiones. Somos muy pocos los que desgraciadamente creemos en este tipo de crianza y esto a veces tambien me hace flaquear. Sobre todo me siento muy mal cuando miento por ejemplo a la hora de explicar porque no llevo a Henar a la guarde. Siempre digo que es por la crisis porque no me sale rentable, etc, etc, y luego pienso, porque no he dicho que es porque no quiero? Porque tanto su papa como yo hemos tomado la decision de que este en casa? Pues muy sencillo, porque muy poca gente me entiende y paso de ir justificandome. En fin que animo porque gracias a blogs como el tuyo vemos que aunque pocos, nos vamos abriendo camino.
Mucho ánimo para ti y para todas esas mamás y papás, que aunque vayáis a contracorriente hacéis lo mejor para vuestros hijos y defendéis vuestras ideas de crianza.
Quizá en un futuro no muy lejano esas ideas no sean tan descabelladas y se empieza a pensar que no hay sólo un camino correcto para el desarrollo de un bebé.
Hola Celia, hay días que se ve todo peor de lo que realmente es, ya sea por cansancio, mal día, etc…. Hay que tener confianza en lo que hacemos, no dejarse influenciar por los demás en según qué cosas, y disfrutar con nuestros hijos lo máximo posible, muchos besos.
Muchas gracias por los ánimos Marta. Y te entiendo perfectamente, es un rollo estar todo el tiempo jjustificándose, la verdad. Poco a poco, nos vamos abriendo el camino aunque a veces se nos haga pesado… ¡Un abrazo y gracias!
Gracias Eli, eso creo yo, que es lo mejor aunque no sea lo más común y, además, no solamente es válida una única forma de hacer las cosas.
Sí, ayer fue un día durillo… Intentaremos sobrellevar mejor algunas recomendaciones.
Ánimo valiente y a todas las demás también.
La «bien intencionada presión social»…. y nosotras calladitas para evitar el decir nuestra opinión, so os las raritas del parque!
En mi caso llevo muchos años trabajando en África y los comentarios eran que estaba africanizada.
Pues considero que algunos valores que llevan siglos y siglos funcionando merecen mucho respeto, y uno de ellos es llevar a los hijos pegados literalemente al cuerpo durante los primeros dos años. Ni se plantean dejar a un niño dormir solo antes de los 4 años, si acaso con los demás hermanos. Y por supuesto existe una comunidad familiar, de vecinas, de amigas que hacen la vida de todas las mamás mucho más fácil….. el entorno afín, logística y emocionalmente necesario.
Sabiduría tradicional que funciona desde hace siglos en muchas culturas, claro que no hay tecnologia ni sociedad de consumo ni instituciones educativas consolidadas…..ni han conseguido establecerse…. todavía.
Por algo será.
¿Si una forma de crianza ha funcionado durante más de 20 siglos, porque tenemos que fiarnos de 100 años de tecnología e institucionalización de la sociedad?
Volvamos al sentido común de los valores tradicionales, con ipad, hospitales y ciencia
La combinación de todo, que también es muy válida!
Hola Celia,
es la primera vez que te leo y se que no será la última. Yo he tenido que llevar a mi bebé con casi 5 meses a la guardería, estoy muy contenta pero en realidad no he tenido más opción, o eso es lo que me digo un día sí y otro también.
Creo en la diversificación, en la crianza con apego aunque yo no la practique esas 8 horas infernales que dejo a mi bebé con personas ajenas, que ya no son tan ajenas. Intento pensar que es su segunda casa y sí, va tan contento. Normal si vas a un sitio 5 días a la semana desde hace más de 4 meses. En fin, que intolerantes hay en todas partes, a vosotros os dicen que la llevéis a la guardería, a nosotros nos decían que si tan pequeño iba a ir…
disfrutar todo lo que podáis de esta crianza maravillosa!
un saludo y ánimo
Gracias Celia por haberte colado un ratito casi a diario a modo de reflexión en mi pequeña familia. Compartido es más llevadero. Quim tiene un año e ir «contracorriente» para mi está siendo lo más duro desde que ha nacido. Mi contexto no es de gente afin a la crianza con apego (salvo una GRAN excepción, de quien aprendimos y aprendemos TANTO. Gracias Patricia y Juan.) Está en casa con su padre y así va a seguir por ahora, esa ha sido nuestra opción. Creo no vale la pena cabrearse con quien no lo entiende o comparte, ellos se lo pierden. Te doy ánimos y me lo digo a mí misma, que a menudo también me flaquean las fuerzas.
Es que a veces pensamos que estamos más evolucionados y es justamente al revés… Tienes toda la razón. Muchas gracias por tus palabras y ánimos Paula. ¡Un abrazo!
Hola Pilar, muchas gracias por tu comentario. Me alegro de que estéis contentos con vuestra guardería, yo creo que de eso se trata. La verdad es que muchas veces los consejos ajenos buscan darnos siempre recomendaciones hagamos lo que hagamos ¿verdad? Por ejemplo, si das la teta que por qué no lo dejas ya y si le das biberón que por qué no le das el pecho… En fin, tenemos que entrenar la paciencia, jajaja…
¡Un abrazo!
¡Hola Amaya! Yo también siento que compartido es más llevadero, por eso agradezo un montón vuestros comentarios. Yo también me canso a veces, pero luego lo pienso y, como me decía otra mamá, creo que tampoco podría hacerlo de otro modo. Así que a veces lo único que puedo hacer es respirar hondo y esperar a que se me pase, jajaja… Al igual que tú, también he aprendido muchas cosas de Patricia y Juan, da gusto encontrarse con gente así ¿verdad? ¡Gracias por los ánimos y un abrazo!
Ánimo guapa, además para todas esas personas tienes una respuesta muy fácil. En mi generación (y tengo 35 años) no era tan normal llevar a los niños a la guarde porque eran pocas las mamis que trabajaban y muchos nos hemos criado en casa. Ciertamente, no creo que hayamos salido tan mal!!! puedo decir que no tengo ningún deficit de aprendizaje, que me relaciono socialmente bastante bien y hasta que he tenido éxito en la vida emocional y laboralmente. No creo hubiera sido mejor si hubiera ido a la guardería.
No quiero hacer una correlación pero alguna generación posterior….. deja mucho que desear, así que la guardería no te asegura absolutamente nada
Un beso y ánimo!!!
Estoy totalmente de acuerdo contigo Paula, que la tecnología no es incompatible con el sentido común y parece que de este último andamos escasos
¡Muchas gracias Ana! Supongo que en nuestra infancia (soy casi de tu quinta) era aún menos normal lo de no ir a la guardería. ¿Sabías que en Finlandia a los 4 y 5 años menos de la mitad de los niños acuden a guarderías? ¡Y son el número uno de Europa! Está claro que no tiene que ser tan necesario…
Éste es el artículo. Así consigue Finlandia ser en número uno en educación en Europa
Hola CELIA, hace días que leí el artículo y quería escribirte antes pero tengo a Teo malito y apenas llego a nada. Primero darte las gracias, como siempre por poner palabras a nuestros pensamientos y sensaciones. A mi me cansa mucho la frase «lo que tienes que hacer es»…y la persona que me lo dice, lo hace con todo el amor del mundo pero CANSA mucho…hablas de «crianza con apego o como lo queramos llamar», a mí personalmente me gustó mucho la definición de «crianza vinculante» que encontré en el libro de Martha Sears y William Sears (matrimonio), titulado «Los 25 principios de la nueva madre». De hecho, cuando estoy baja de moral, con muchas dudas y cansada de ir a contracorriente, releo algunos de sus párrafos buscando fortaleza, y lo consigue.
Bueno, espero que estés mejor…yo gracias a tí me siento siempre mejor.¡Un abrazo!
¡Hola Sylvie! Bueno, hay épocas que se hacen un poco más cuesta arriba. Ahora hemos descubierto que a Elena le estaba saliendo un colmillo, por eso estábamos todos más irascibles, supongo. Espero que Teo esté mejor (¿sabes que ése era el nombre que pensaba elegir si tenía un niño?, me encanta, qué casualidad) y muchas gracias por recomendar el libro, la verdad es que no lo conocía, ya lo miraré.
¡Un beso fuerte!
Hola Cecilia¡
Tranquila, somos más de lo que parece las que estamos en tu caso.
Mi hija tiene 18 meses, le doy el pecho, duerme conmigo, y hasta ahora (mi espalda cada vez me lo permite menos) siempre la porteaba, … Y esto y otras cosas como no dejarla llorar desconsoladamente me hacen ser la rara hasta en mi familia, y que todos hayan tenido hijos o no, se permitan darme consejos.
Me pasa como a ti… Sé qué no lo hacen con mala intención… Pero cansa y molesta la frecuencia.
Un abrazo a todas, y mucho ánimo… Sólo el tiempo dirá si teníamos razón 😉
Cómo reconforta saber que otros mamás y papás pasan por lo mismo que tú… Gracias por compartirlo, Ana. ¡Un abrazo!
Te entiendo perfectamente Celia. Mi hijo ha empezado este mes de septiembre la guardería porque no me ha quedado otro remedio… Ojalá pudiéramos estar juntos todo el día… Aunque en la guarde están bien una vez adaptados, nunca es lo mismo que cuando están con el cariño y la seguridad de los papis. Un beso y ánimo!
Hola encontre tu blog, y pienso que tenemos muchas cosas en comun. Gracias por tu honestodad y inspiracion! Seguire leeyendo tu blog.
Alma
Me encanto todo lo que leí. Gracias. Después de 5 años sin trabajar por ser «rara» hoy en día y querer estar con mis hijos de 5 años y 15 meses, ZARA y CRISTIAN, también a veces flaqueo. Y no pierdo las esperanzas en algún día poder volver a trabajar a mis 34 años, aunque sé que va costar porque el tiempo pasa… Pero, me siento orgullosa y afortunada (aunque a veces, muchas veces, también agotada) de poder estos primeros años de disfrutar de ellos y ellos de mí. Porque no van a volver. Yo desgraciadamente hace muchos años que ya no tengo a mi madre y por eso me doy cuenta de lo valiosas que son y de lo que se echan de menos. Y gracias a la buena información que también hay en internet, en libros, y que nadie te da, ni pediatras, ni familia… gracias a eso le sigo dando pecho a mi pequeñín y espero dárselo hasta los dos años. Besos. Y gracias por ayudar con vuestra información. Me encantahorasoymama foto y entré por casualidad.