Si os digo la verdad me gustaría tener una casa sin gotelé, con puertas blancas y suelos bonitos, mucho más minimalista, con alfombras maravillosas y decorada al estilo australiano. Pero de momento no puede ser (bueno, lo de minimalista sí, todo es ponerse), y tenemos gotelé por todos lados (a veces tengo la sensación de que se reproduce o algo, jajaja), y puertas de madera brillante, y un suelo que no es muy fotogénico que digamos.
Que no me quejo ¿eh? Solo que mientras construyo en mi cabeza la casa de mis sueños os enseño cómo pusimos la habitación de los niños. Seguramente la reestructuremos en breve porque necesitamos añadir al menos una cama más pero así tengo un recuerdo de cómo era cuando dormían en ella los dos mayores.
De vez en cuando me gusta cambiar las cosas de sitio, pero hace ya bastante que no movemos nada. Es como si casa cosa hubiese encontrado su lugar.
Casi todos los muebles son de IKEA así que la decoración no tiene misterio, pero con los estampados de las colchas y los cojines se puede hacer mucho.
Hace unos días cambiamos las fundas nórdicas por unas de florecitas y unas de rayas para las almohadas, ambas de Zara Home. La verdad es que son una monada, pero ya tenía hechas las fotos, jajaja…
Camas extensibles MINNEN
Las camitas las tenemos hace tiempo y me encantan pero, si os digo la verdad, es un rollo hacerlas. Con los laterales y el piecero se hace más incómodo meter el edredón. Lo bueno es que son extensibles y al principio ocupan poco pero de todos modos si en algún momento las cambiamos por otras buscaré algo más práctico (puede que unas literas o una cama nido).
Láminas y cuadros
En general, intentamos que la habitación sea lo más práctica posible, donde los niños lleguen a cogerlo todo (incluida su ropa) y guarde un cierto orden, pero lo bueno de que vayan creciendo es que ganamos sitio en altura.
De todas formas, y en la medida de lo posible, me gusta mantener las paredes despejadas para poder colgar láminas y algunos dibujos de los niños; le dan mucha personalidad al cuarto y así la estancia respira un poco.
Cuarto de juegos
El dormitorio es donde más juegan. En el centro de la habitación hay una alfombra más o menos grande con espacio suficiente para que inventen sus mini mundos y dejen volar su imaginación.
En mi familia siempre nos han gustado mucho los juguetes. Éramos de Playmobil, y de Tente, y también de Lego y de Nenucos. Y la verdad es que nuestros padres nos enseñaron a ser muy cuidadosos de modo que muchos de mis juguetes de niña han pasado a mis hijos, sobre todo Playmobil y Lego. Tenemos un montón. Aunque también han heredado otros juguetes míos, como esta vajilla de porcelana que está incompleta pero que guardo con mucho cariño.
También nos gustan mucho las muñecas de trapo (la muñeca de arriba y algunas otras nos la ha hecho mi madre, que cose de maravilla) o los juguetes de materiales nobles, huyendo de los que son de plástico o llevan pilas y colores estridentes.
El universo Maileg es otro de nuestros favoritos. Reservamos uno de los estantes para nuestra pequeña colección.
También conservamos y usamos a menudo la cocinita de juguete que construyó mi padre y que os enseñé aquí y aquí. Es de los juguetes que más hemos amortizado y además tiene ese valor añadido por estar hecha a mano por el abuelo.
El escritorio
Por ahora sólo tenemos un pequeño escritorio en el dormitorio y cierto es que alguna vez ha sido motivo de disputa, pero luego muchas veces les gusta coger un cuaderno y tumbarse en el suelo a pintar, o coger todos los bártulos y venirse a colorear a la cocina o al salón.
Aunque me gusta tenerlo todo guardado y bien ordenado, reconozco que el dormitorio de los niños tiene que ser un lugar que invite al juego y sea un espacio para divertirse y soñar.
Recuerdo que hace tiempo nos propusieron enseñar el cuarto de los niños en El Mueble digital, ¡me hizo mucha ilusión! El dormitorio estaba en otra habitación y sólo había una cama. Podéis cotillearlo en este enlace.
Me gustan mucho las habitaciones en tonos suaves pero al final siempre resulta una explosión de colores.
Y hasta aquí el post de hoy. ¡Espero que os haya gustado!
Este cuarto tiene alma es mágica